5. Difícil de evitar
Cualquier cosa que haga que tus pies estén húmedos aumentará el riesgo de que se infecten por el pie de atleta. Los calcetines sudados y los zapatos viejos y desgastados son un gran caldo de cultivo para los hongos. Además, estar de pie durante mucho tiempo también favorece el pie de atleta. Y lo que es peor, también puede propagarse a través de la ropa de cama o de vestir.