9 Situaciones comunes en las que los padres dañan a sus hijos sin querer

El principal error de los padres en este caso es el amor excesivo por la limpieza o la prohibición del contacto del niño con las mascotas. Cuanto antes aparezca un posible alérgeno en la vida del bebé, más pronto comenzará a ser percibido por su inmunidad como un fenómeno normal.

7. Enseñar al bebé a usar el orinal demasiado temprano

El orinal es un tema muy controvertido. Pero en este caso lo principal es no seguir imprudentemente los consejos y siempre adherirse a los intereses del niño. No debes esperar a que comience a usar el orinal para su propósito previsto a la edad de un año y medio. De todos modos, el bebé aún no comprende completamente cómo reaccionar a las señales de su cuerpo.

“Tarde o temprano, el niño aprenderá a controlar su deseo de ir al baño. Entonces comenzará a usarlo. La vejiga necesita 3-4 años para el desarrollo normal. La micción relajada, por ejemplo, en pañales, contribuye a esto”, asegura el urólogo pediátrico Stephen Hodges.

8. Dejar que tu bebé camine descalzo sobre superficies planas

En promedio, los niños comienzan a caminar a la edad de un año. Algunos padres se apresuran a comprar los primeros zapatos para el hogar, mientras que otros, por el contrario, permiten que el niño dé sus primeros pasos descalzo. Los investigadores ortopédicos siguen discutiendo sobre esta cuestión, pero están de acuerdo en que no todas las superficies son saludables para caminar descalzo.

Es muy bueno si el bebé camina descalzo sobre la arena, el césped, los guijarros lisos, pero estando en casa resulta perjudicial caminar sobre el piso cerámico, la tarima flotante o el laminado perfectamente lisos. En este momento, no se produce la contracción refleja de los músculos del pie, y la carga principal cae sobre el aparato ligamentoso débil. Y como resultado, se ve afectada la formación natural de los arcos del pie.

9. Hacer que el niño coma toda la porción

Muchas abuelas (igual que los padres) se molestan cuando el bebé se niega a comer la porción de comida que le fue asignada. Se utilizan la persuasión, el chantaje, varios trucos e incluso las amenazas. Como resultado, el plato se vacía, y los progenitores se quedan satisfechos con este desenlace.

Solo que unas pocas personas saben que esa costumbre contribuye a la formación de los malos hábitos alimenticios del bebé. No podrá aprender a entender su cuerpo, sino por el contrario, se acostumbrará a comer en exceso.

Además, no hay que forzar al niño a comer “el primer plato, el segundo y la bebida”, ya que grandes volúmenes de alimentos ingeridos sobrecargan el tracto digestivo. Un solo plato y una bebida durante la comida son suficientes para el bebé.