3. Ejercicio
El ejercicio diario puede ayudarle a mantener los músculos fuertes y la movilidad. Es una herramienta esencial para tratar la osteoartritis y otras causas de dolor de rodilla.
Descansar la pierna o limitar el movimiento puede ayudarle a evitar el dolor, pero también puede endurecer la articulación y retrasar la recuperación. En el caso de la osteoartritis, no hacer suficiente ejercicio puede acelerar el ritmo de deterioro de la articulación.
Los expertos han descubierto que, para las personas con OA, practicar con otra persona puede ser especialmente beneficioso. Puede ser un entrenador personal o un compañero de ejercicio. Los expertos también aconsejan que las personas encuentren una actividad que les guste.
Las actividades de bajo impacto son una buena opción, como
- montar en bicicleta
- caminar
- nadar o hacer ejercicio en el agua
- tai chi o yoga
Sin embargo, es posible que tengas que descansar del ejercicio si tienes
- una lesión, como un esguince o una distensión
- un dolor intenso en la rodilla
- una reagudización de los síntomas
Cuando vuelvas a la actividad después de una lesión, es posible que tengas que elegir una opción más suave que la habitual.
Pide a tu médico o a un fisioterapeuta que te ayude a diseñar un programa adecuado para ti, y adáptalo a medida que cambien tus síntomas.